viernes, 28 de junio de 2013

Conversaciones con Mirza


Conversaciones con Mirza, de Juan Antonio Corbalán

Esta novela de mi querido compañero en el Real Madrid, Juan Corbalán, aparte de rendir tributo al formidable jugador bosnio Mirza Delibasic, fallecido tras la guerra de los Balcanes a causa de un cáncer de pulmón, nos presenta una narración que “pivota”(nunca mejor utilizada esta palabra) en un espacio definido por tres ejes.
 
El primero de estos ejes es la propia narrativa. Configura el autor una historia, que aunque gira en torno a un jugador de baloncesto de éxito, la traslada a una vida normal, de éxitos y de fracasos como todos tenemos en la vida.

 
 

Desde esta perspectiva enlaza con el segundo eje, con un marco social trasladable desde los equipos deportivos a las empresas e incluso a la sociedad en general. En esta dimensión aporta ideas que encajan en el ensayo deportivo, en las parcelas del liderazgo y del trabajo en equipo. Destaca en este aspecto su análisis de los talentos que poseemos cada uno, del esfuerzo necesario para lograr objetivos, de la ilusión imprescindible para alcanzar aquéllos, del valor de disponer de una adecuada capacidad de análisis y de poner en acción  todo lo anterior. Todo ello aderezado desde el punto de vista moral con una necesidad de dignidad y ética en nuestro comportamiento.

Se sintetizaría en su frase “Generoso en la victoria, orgulloso en la derrota”

El tercer eje, que enlaza con el primero, la narrativa, es una pirueta de creación onírica que permite traer a escena al viejo amigo y compañero y emprender junto a él un viaje en lo físico y en lo intelectual hacia la salvación tras una situación de derrota en la vida. Un rehacerse tras la caída. Y este amigo es Mirza, quien padeció un infarto cerebral a los 29 años, una guerra demoledora para toda la sociedad de las repúblicas eslavas, como todos sabemos, y finalmente un desenlace fatal con tan sólo 47 años. Amigo muy querido por Juan Corbalán, era muy inteligente, algo excéntrico, sensible, cariñoso, irónico, entrañable y muy generoso material e intelectualmente.

La trama de la novela no la revelaré, habreis de leerla para conocerla, pero nos presenta un entorno familiar, social y educativo que nos pueden ser comunes a la gran mayoría de los lectores.

Como ejemplo, os transcribo un párrafo que bien podía describir los sentimientos de un alumno del Ramiro:

Aprendí a vivir en equipo, estudiaba y jugaba con mis amigos, me divertía en un ambiente marcado por una vida en torno al colegio. Mis profesores y entrenadores se convirtieron en cómplices de mis proyectos vitales. Todos colaboraban en delimitar ese marco de felicidad que rodeó mi infancia, un marco de aprendizaje, de experiencias compartidas en el que crecía humana y deportivamente.

Desde luego, yo personalmente, me siento plenamente identificado con lo que describe del personaje principal, que en este párrafo es autobiográfico.

Por la gran afinidad con el autor y su personaje me entusiasmé leyéndola, me recordó mis propias vivencias y su final me emocionó. Me la merendé en dos noches

Muy recomendable como lectura, no sólo para este periodo veraniego que vamos a iniciar, no es una novela para evadirnos, sino una obra para analizar y meditar, escrita por un deportista de élite y profesional de la medicina que también es consultor y empresario.

domingo, 9 de junio de 2013

 
 
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