lunes, 8 de diciembre de 2014

ARTÍCULO SOBRE DON ANTONIO MAGARIÑOS

Disponemos de un valioso documento descubierto e investigado por Paco Acosta, que se ha publicado en la página específica dedicada a Don Antonio, y que encontrareis en el enlace reseñado debajo del índice. Consta de las cinco partes reflejadas a continuación: 

DON ANTONIO MAGARIÑOS escribió sobre “LA FORMACIÓN DE LOS MANDOS EN ALEMANIA”, por Los del Ramiro. 
Diciembre de 2.014

INTRODUCCIÓN, por Kurt Schleicher
EL DOCUMENTO PUBLICADO POR D. ANTONIO en 1941, por Paco Acosta
COMENTARIO, por José Luis Cerdán
APORTACIONES, por Manolo Rincón
EPÍLOGO, por Paco Acosta

Si esta nota de cabecera ha atraído vuestra atención y deseais leer todo el contenido id al enlace:

http://ramiro53-64.blogspot.com.es/p/en-recuerdo-de-don-antonio.html


14 comentarios:

  1. Lo de la "Formación de mandos en Alemania" me espanta. No es de extrañar que eliminaran a millones de seres humanos sin el menor remordimiento. Para mí la figura de D. Antonio era polivalente (espero no incomodar a sus incondicionales hagiógrafos).
    Como docente solamente tuve la oportunidad de asistir a una clase que dio en la Sala de Música y realmente fue excelente. Asimismo su empeño y dedicación a los Estudios Nocturnos es digna de elogio y admiración.
    La relación con él cuando deambulaba por el Instituto, era afable y cordial.
    Ahora bien, cuando cogía el megáfono (en nuestros primeros años era de hojalata o latón) o la pluma para el sobre&carta, se transformaba en un ser autoritario y cuasi militar (muchas veces pensé que nos debían haber convalidado meses del servicio militar).
    Se desprende que todos tenemos una personalidad poliédrica como diría José Luis Garci.

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  2. No creo que deba mezclarse, Jose Luis, formación de mandos con crímenes y falta de remordimientos, que ni siquiera son de guerra, sino de obcecación y además criminal en sí mismo. Había muchos alemanes de acuerdo con propuestas gubernamentales de entonces, pero los asesinatos globales se conocieron más tarde, una vez terminada la guerra. Los fanáticos nazis son los que, convencidos por las ideas promovidas por Hitler y algunos todavía más fanáticos que él, son los que promovieron los genocidios; muchísimos alemanes se sintieron profundamente avergonzados de ser alemanes tras conocerse todo aquello.

    No soy quién para juzgar a D. Antonio, pero desde luego en el entorno franquista-falangista a poco de terminar la guerra civil en un entorno militarizado en donde se pretendía "poner orden", no me extraña nada que los desfiles y otras muestras militarizantes fueran parte intrínseca de la Educación. Es posible que lo que vió en la Alemania de 1940 tuviese alguna influencia, pero teniendo en cuenta que la "tónica general" en España era en el ámbito educativo "campo recién abonado" y similar a la que vió allí, hasta le habrá dado alas.
    No le veo como personalidad poliédrica, sino incluso coherente; los militares también pueden ser afables y cordiales. En todo caso, recuerdo lo de la teoría del "Punto Gordo": "Por un punto exterior a una recta pueden pasar un montón de líneas paralelas a aquélla, en función del grosor del punto", aunque es evidente que las líneas divergentes ya es más difícil que entren también...

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  3. Querido José Luis:

    Creo que mezclas muchas cosas en tu comentario. Una cosa es la personalidad de D. Antonio que no creo que fuese NAZI, pero que obedeció en lo que se le mandó.

    Otra es un régimen atroz que causo millones de muertois, pero insisto también el de José Stalin causo millones de muertos.

    Debemos de separar ambas cosas.

    Nosotros ya conocimos a D. Antonio 15 años después, cuando el Régimen se había suavizado un poco.

    D. Antonio era autoritario, pero era la única forma de poner órden en más de mil alumnos (sus sucesores jamás lo lograron). A mi en particular a los 11 años me daba miedo pues esperaba que me mandase por sobre y carta siempre.

    Pero eso no quita para decir que era un hombre cabal y creo que está fuera de duda su actuación. Pero entonces para se catedrático era preciso jurar los principios del Movimiento y obedecer. Eso hizo D. Antonio. Su escrito es aseptico y en el nada juzga ni para bien ni para mal.

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  4. Shoah es una película francesa sobre la negación del holocausto, que no es lo mismo; no la he visto (son 10 horas), pero diga lo que diga, la población alemana en general no conoció los genocidios hasta finalizar la guerra.

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    1. No es la negación del holocausto, es todo lo contrario y está organizada por capítulos.

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  5. Pues ahora son otros tiempos José Luis. Ya el Jefe de Estudios no sale con un megádono ni hay marchas miltares. Los chavales tienen muy poco espacio y están incómodos en el recreo. La cantina es pequeña y en general desean regresar al aula. Si se retrasasen no son admitidos y han de esperar a la clase siguiente. Cada tiempo tiene sus formas, es lo que me gustaria que pensases.

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  6. Durante mis años como profesor de Educación Secundaria, enfrentado más veces de las que desearía a ciertos alumnos díscolos e incluso agresivos, cuánto he envidiado la autoridad de D. Antonio, que con un instrumento tan poco cruento como una carta dirigida a tus padres era capaz de mantener a raya a aquellos compañeros nuestros que pretendían perturbar el orden académico. Si esto es nazismo…

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  7. Al principio, cuando se empezó con la reforma de la Ley de Educación de Villar Palasí, el Ministerio, imbuido del buenismo de esos pedagogos antiautoritarios, dictaminó que no se podía aplicar la menor sanción a ningún alumno si antes no se le formaba un expediente, con todos los requisitos formales que esto trae consigo. El resultado fue la paralización de cualquier iniciativa de imponer orden y que los alumnos, por ello, llegaran a la convicción de que eran intocables, convicción que también adquirieron los padres de éstos. Como tales circunstancias desembocaron en la creciente indisciplina de los Centros y en la generalización de las agresiones a los docentes por parte de alumnos y padres, se fueron poco a poco dando competencias a directores y jefes de estudios en materia disciplinaria, hasta que, a partir de 2010, se invistió a los profesores con la figura de autoridad pública y, así, una agresión a uno de ellos es ahora tan punible como la agresión a un guardia civil y ya son varias las madres que han sido condenadas a uno, dos, tres años por tirar del pelo a las maestras de sus hijos. El vigente estado de cosas me parece más autoritario y cuasi militar que el orden que D. Antonio imponía entre nosotros sin necesidad de acudir a los juzgados.

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    1. Se me olvidó: no es lo mismo moverte en una formación cuasi militar que agredir a un docente.

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    2. La que resulta cuasi militar, o como quieras llamarla, es la legislación disciplinaria que recurre a elementos represivos –jueces, cárcel, policía– para mantener el orden académico. El ataque a un profesor más bien es una mera transgresión de dicho orden. En cuanto a las prácticas de D. Antonio, se muestran sorprendentemente benévolas si las comparamos con las que eran habituales en los centros docentes españoles de aquella época, las cuales incluían con frecuencia castigos físicos, y, si las comparamos con las de hoy en día, he de decir que resultaban mucho más eficaces, sea por la maestría de nuestro jefe de estudios, sea porque los alumnos de entonces eran menos conflictivos que los de ahora: todavía no existía la Educación General Básica.

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  8. Indudablemente, vivimos tiempos diferentes. Nosotros tenemos una experiencia de chavales que también, indudablemente, es diferente a la actual. Eso no quita para que me pregunte si no estamos asistiendo de nuevo en este tema de la educación o sistemas de educación, que es de lo que en el fondo estamos tratando aquí, a una nueva manifestación de la ley del péndulo; nos movemos de un extremo al otro pasando por alto términos medios. Ni se trata de los castigos físicos de antaño (y no tan de antaño en países islámicos, pero eso ya es otro cantar) ni que los chavales de ahora se crean los reyes del mambo. Acabo de saber que el incremento de ataques a profesores, algunos físicos, se ha incrementado en este año el 17%, y, lo que es peor, sobre una base ya bastante deteriorada. No se trata solamente de venganzas por malas notas, es que se trata de vejaciones a profesores de más de 60 años, psíquicas o físicas, que es lo que se conoce por acoso. Y lo malo es que se sienten acosados por varios frentes, ya que las denuncias paternas están a la orden del día. La palabra disciplina parece que es ya un rescoldo del pasado.
    Puestas así las cosas y recordando que los alumnos entre 10 y 17 años son en cierta forma personas en formación, unas cuantas dosis de respeto y disciplina tampoco vienen mal. Sin embargo, lo triste es también que hoy en día, el famoso y temible "Sobre y Carta" ya sería objeto de rechufla y cachondeo por el alumnado; éste le diría al D. Antonio de hoy algo así como ¿quiere que le traiga más sobres? y se lo pasaría "por el arco del triunfo" en su acepción literal, el del triunfo.

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  9. Creo amigos, que el orden que imponía D. Antonio era bueno para nuestra formación, aunque le tuvieseomos miedo. Lo que vino después fue peor en todos los sentidos y así ha sucedido que padres sean agredidos por hijos, profesores po alumnos, etc. Llevar esto a los tribunales es una exageración, pero es así.

    Hoy en la mayoría de colegios no se puede estar a solas con un alumno/a y la puerta cerrada, por miedo a que te denuncien... ¿Es bueno esto o era mejor lo de D. Antonio?.

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  10. Me temo, Manolo, que en las actuales circunstancias hasta D. Antonio hubiera terminado sacando la bandera blanca. Un profesor hoy debe ser casi un superhombre para ser capaz de infundir respeto y disciplina al mismo tiempo enmedio de circunstancias tan adversas como las actuales, que no debieran haber llegado a los niveles que estamos viendo.
    Nuestros profesores fueron en general buenos y el tándem con el Jefe de Estudios funcionó entonces, pero ahora habría que remar contra corriente. ¿Se podrá volver atrás? Muchos D. Antonios harían falta...

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  11. Cualquier maestro de un suburbio de Madrid o Barcelona, te dirá que la mayoría de alumnos son de familias desestructuradas que ni los padres tienen interés en que aprendan y a veces van por la comida ya que suelen tener beca de comedor.

    Hoy es así. Luego esa gente potencialmente son delincuentes o trabajadores de muy baja cualificación

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