viernes, 27 de abril de 2012



EL ABRAZO DE PABLO



Este es Pablo en el Infantil A capturando un rebote a Luquero (Canoe N.C.), quien es magníficamente bloqueado por Aito para posteriormente salir en contraataque. Los otros tres somos Frade, Ibáñez y yo mismo.


Mucho se comentó en su tiempo el abrazo que, siempre que jugaban uno contra otro, se daban Isaiah Tomas y Magic Johnson al comienzo de sus partidos. Yo tengo una anécdota muy anterior a ese tiempo con mi querido Pablo Bergia que hace palidecer esas escenas. Corría el año 1.968. Yo acababa de fichar por el Real Madrid y llegó la hora de ir al Magariños a jugar mi primer partido contra el Estu. El Estudiantes salió primero a calentar y estaban ya haciendo la rueda cuando los gritos y silbidos anunciaron nuestra salida a la cancha para calentar. Saliendo, directamente fuimos a colocarnos en fila en el centro del campo para saludar entre el tremendo jaleo y griterío que alli se organizaba. En ese momento Pabló abandonó su canasta, vino al centro del campo y delante de toda la afición estudiantil y de mis compañeros blancos me abrazó, me estrechó más bien, deseándome un "buen partido" de corazón que nunca le agradeceré lo suficiente.

Por ese tiempo, al Madrid se le cantaba:

Teneis americanos

Teneis mucho dinero

Pero no

Pero no

Pero no teneis pilila...

Pero no teneis pilila...

A raiz de que Pablo me diera aquel maravilloso abrazo, que jamás olvidaré en mi vida, la hinchada estudiantil añadió dos versos más a aquella letra:

Vicente, si

Vicente, si

El Ramiro y el Estu, gracias a aquel abrazo, todavía me reconocía como algo suyo, como un ex-alumno de ese Instituto y como un ex-jugador de sus filas. Acaso no es como para estar reconocido a Pablo de por vida?

Además, gracias a ese cántico pude encontrar novia rápidamente...







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