domingo, 14 de abril de 2013

LA "CLAQUE" DEL ESTUDIANTES


... por Vicente Ramos

Recuerdo cuando era pequeño, debíamos tener sobre los doce años, que al llevar a casa mi tarjeta de la claque del Estudiantes mi padre me explicó lo que significaba pertenecer a una claque.

Algunos años antes, me explicaba, para poder entrar al teatro a un precio más reducido que el ordinario de la entrada, compraba entradas de claque, lo que suponía ir a la zona más alta del anfiteatro al tiempo que te comprometías a aplaudir al final de la representación.

Me explicó asi mismo la etimología de la palabra, que provenía del francés claquer – abofetear, y por extensión aplaudir – y que los que asistían a la claque eran claqueurs. Estas enseñanzas siempre las recuerdo en combinación con una expresión que se sacó mi hermano mayor, José Ramón, como consecuencia de estas explicaciones y que cuando quería amenazarme decía: te voy a llenar la cara de aplausos.

Hoy, gracias a Javier Puig García de Leániz,  hemos recuperado una tarjeta de la claque del Estudiantes y creo que es momento de aportar los recuerdos que de ella tengo.



Como decía anteriormente, debía tener unos doce años. Fue José María Abreu, por entonces jugador del primer equipo del Estu, quien tuvo la idea de organizar un grupo animador del equipo que habría de colocarse unido bajo una zona de las gradas, reservadas a tal efecto, del Campo Nuevo que posteriormente sería bautizado como La Nevera. Para ello se colocaron unos carteles indicadores de la zona reservada para la claque.



Y allí nos reuníamos los miembros de la claque los domingos por la mañana a la hora de los partidos, normalmente las doce, para animar a nuestro Estudiantes.




Los de la Claque nos situábamos entrando por esta puerta a mano izquierda

Nos hacía mucha ilusión disponer de nuestra tarjeta identificativa con aquellos pocos años y la inscripción que llevaba la tarjeta, además de los datos propios, eran significativos de lo que Jose Abreu quería de nosotros. Gritar mucho – pulmones – pero con toda educación y respeto hacia los jugadores y seguidores del equipo contrario. Creo que tenemos aquí otra pequeña muestra de cómo se inducía la EDUCACIÓN con pequeños detalles de comportamiento.



José María Abreu en los años 50

Mi agradecimiento pues a Jose Abreu, porque además de enseñarme mis primeros pasos de entrada a canasta mediante unas marcas pintada con tiza en el suelo, nos comenzó a enseñar como comportarnos con los contrarios.

5 comentarios:

  1. La 'Claque', ¿era la antecesora de 'La Demencia'?

    Disculpad que lo pregunte, pero es que la prehistoria del Estudiantes no es mi fuerte.

    Alfonso

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  2. ¿Hay límite de edad para formar parte de La Demencia?

    ¿Se admiten dementes femeninos?

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  3. No hay límite de edad ni sexo. La única exigencia es tener el "Gen Demente", no de mente, el cual no contempla ni gametos X, ni gametos Y, ni tan siquiera combinaciones XX ni XY.
    Y si la pregunta hubiera sido:
    ¿Se admiten Dementes que hayan vestido tanto de Azul como de Blanco? A esa pregunta ya deberían contestar otros...

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  4. Estoy convencido que los blancos exazules siempre echarán de menos su época azul, su alma es azul y demente.
    Lo que me rechina son las aptitudes como la de Alberto Herreros, renegar de un equipo que le ha llevado a internacional y olímpico absoluto, con el que ganó la Copo del Rey y llegó a Final Four. En el Real ¿hubiera debutado en la ACB a los 18 años?

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  5. Ya que toca baloncesto, recuerdo dos encuentros Estudiantes-Real Madrid en “La Nevera”, no por los partidos sino por una circunstancia diferente en cada uno. En el primero, socio del Real Madrid desde hacía poco, acudí con unos cuantos de vosotros. Uno me dijo: ¡Ojo con animar a los blancos o…! Resultado, me pasé los cuarenta minutos bien calladito.
    En el segundo, el sábado anterior, al formar tras el recreo, Don Antonio nos advirtió:
    ¡Cuidado mañana; ya sabéis la mala fama que tiene nuestra afición! El domingo, en un instante del encuentro, se escucha a alguien: ¡Sevillano, hijo de…! El lunes, el culpable, hijo de Don Antonio, fue castigado por su padre delante de todo el Instituto, antes de subir del recreo. Rafael Gª-Fojeda

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